Por Angel
Guerra Cabrera
El guion de
la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela ha sido
escrito en el Comando Sur (CS) de sus fuerzas armadas y se aplica al
detalle por sus aliados de la Mesa de la Unidad Democrática(MUD).
Sigla que cobija a la contrarrevolución, o sea, el instrumento
imperial para estimular el desabastecimiento creado por las grandes
empresas, y las acciones de calle y violencia armada dosificada que
favorezcan las condiciones idóneas para justificar la intervención
militar directa en el país con las mayores reservas de petróleo en
el mundo. Lo dice todo la afirmación del almirante Kurt W. Tidd,
jefe del CS: “nuestra intervención oportuna ha permitido delinear
un camino para una salida rápida del régimen”.
Algún amigo
facilitó a Caracas los 12 puntos de la fase 2 del plan del CS. El
documento sentencia “la derrota en las elecciones y la
descomposición interna del régimen populista y antinorteamericano,
recoge el impacto exitoso de nuestras políticas impulsadas con
fuerzas aliadas en la región en la fase 1 de esta operación”.
Entre sus
éxitos, el CS destaca: a) poner en evidencia el carácter
autoritario y violador de los derechos humanos del gobierno de
Maduro(el burro hablando de orejas); b) destaca el “mecanismo de la
Orden Ejecutiva”(de Tidd) para justificar el desarrollo de “nuestra
política”, que tiene “justificativo legal en la Constitución y
las leyes de Estados Unidos de América”; c) presume del
“aislamiento internacional” de Venezuela; d) “Generación de un
clima propicio para la aplicación de la Carta Democrática de la
OEA”(más adelante el documento menciona “tal y como lo hemos
convenido con Luis Almagro Lemes”-el mismísimo secretario general
de la OEA), tránsfuga, a quien el ex presidente Pepe Mujica, al
comprobar la puñalada por la espalda que preparaba contra Caracas su
ex canciller, fulminó: “Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo
sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me
despido”; e) “Colocar en la agenda la premisa de la crisis
humanitaria que permita una intervención con apoyo de organismos
multilaterales, incluyendo la ONU”(las cursivas son mías).
Cuando uno
lee el documento, confirma que todo lo que dice se está cumpliendo
al pie de la letra y, a la vez, no puede si no recordar
intervenciones como la de la CIA que derrocó al presidente Arbenz en
Guatemala(1954), o la de los marines y la 82 División
Aerotransportada que impidió el regreso del presidente Juan Bosch a
República Dominicana(1965), previamente derrocado por un golpe de
Estado teledirigido desde Washington -ambas amparadas por la OEA-, o
el falaz argumento de las armas de destrucción masiva para invadir
Irak(2003), por solo mencionar tres casos. Washington ha desarrollado
una panoplia de instrumentos de control de las conciencias y
replanteado el concepto mismo de guerra, apoyándose en las
investigaciones de los académicos a su servicio y en las nuevas
tecnologías, pero hay contenidos fundamentales del libreto
desestabilizador e intervencionista que se remontan al siglo XIX como
la campaña mediática desenfrenada.
Desde
febrero de 2014 la oposición -pese a sus trifulcas internas- viene
cumpliendo con este plan que incluye las guarimbas y la utilización
de paramilitares colombianos en todo el territorio venezolano,
quienes se han apoderado del mando de las redes delictivas y ejercen
la violencia con propósitos que sirven al plan del CS.
También
está la vertiente de las protestas de calle conjugadas con
violencia. Esta semana, la segunda de dos marchas al centro de
Caracas organizadas por la oposición, según ella para presionar la
convocatoria el referendo revocatorio, terminó con estudiantes y
policías bolivarianos heridos y actos vandálicos. Como explica el
plan del CS el referendo es solo un pretexto y lo confirma que la MUD
no ha cumplido con los requisitos para convocarlo. Como para recordar
quién manda el CS hizo penetrar un avión militar en Venezuela dos
veces en días pasados.
Venezuela se
acerca como nunca a un punto de definición después del golpe en
Brasil. El presidente Maduro ha prorrogado el estado de emergencia
económica y firmado decretos que confieren facultades excepcionales
a las comunas, los Consejos de Producción y Distribución y a la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana, ha ordenado un ejercicio conjunto
de estas y las milicias y orientado ocupar las fábricas que cierre
la burguesía. Radicalizar a fondo la revolución es el único camino
para aplastar a la contrarrevolución.
Source:
Comments
Post a Comment